La mala leche K ya no tiene límites

Jueves 12 de septiembre de 2013

Productores tamberos ordeñaron una vaca frente al Ministerio de Agricultura nacional, reclamando medidas que frenen la desaparición de la actividad. La crisis láctea y una inflación galopante que se refleja en las góndolas
 
Un gobierno cada vez más mala leche. Así puede definirse la falta de respuestas oficiales antes la aguda crisis que atraviesan los productores tamberos que, por la falta de rentabilidad, están de­sapareciendo.

Ante esta delicada situación, tamberos de todo el país reclamaron ayer mejores condiciones para la producción con una singular protesta frente a la sede del ministerio de Agricultura y Ganadería nacional, cuyo titular, Norberto Yauhar, fue calificado como "pato criollo" por el presidente de la Federación Agraria Argentina, Edua­rdo Buzzi, por considerar que "a cada paso", hace "una cagada".

La crisis del sector lácteo la están pagando todos los consumidores cada vez que compran  leche, yogures o quesos, productos cuyos precios en las góndolas crecen de manera sostenida. Esas subas no le llegan al productor, que apenas está cobrando entre 1,90 y $2 por litro, mientras que las firmas que monopolizan la comercialización como Sancor y la Serenísima le cobran a la gente, en el supermecado, entre 8 y 9 pesos el sachet 

En diálogo con Hoy, el dirigente de la Federación Agraria, Guillermo Giannassi, calificó “la situación como sumamente crítica”. Y agregó: “ni el ministro ni el secretario de Lechería fueron capaces de recibirnos. Hace dos años que el ministro se niega a escucharnos, y ayer mandaron gente a filmarnos como una forma de amedrentarnos”.

“Es la primera vez, en la historia, que para hacernos oír los productores llevamos una vaca y la ordeñamos frente al ministerio. Vamos a seguir con los planes de lucha: el 17 y el 18 de septiembre los productores nos reunimos en Entre Ríos para definir los pasos a seguir”, agregó Giannassi.   

 Revanchismo 

"Somos parte de la solución, en términos de inversión, de generación de empleo y riquezas, de valor agregado en el interior. Hay un revanchismo porque no logran superar lo de 2008", señaló Buzzi en referencia al fracaso de la resolución 125 que intentó impulsar el gobierno kirchnerista para modificar los impuestos a las exportaciones de granos, que no fue aprobada por el Congreso.

Para Buzzi, "Yauhar es una anécdota. El problema es la actitud del gobierno de (la presidenta) Cristina Fernández hacia los productores tra­dicionales de la República Argentina. Nunca digirió el conflicto con el campo, sigue teniendo una actitud hostil y revanchista poniéndonos como enemigos".

Algunos números hablan por si solos: durante los 10 años de gobierno K, los productores lácteos pasaron de 18 mil a sólo 10 mil. Y la tendencia negativa se profundizó en el último tiempo a partir de las políticas llevadas adelante por el gobierno K, como la aplicación del cepo cambiario y la decisión de favorecer, de forma permanente, a las empresas monopólicas.