septiembre 7, 2013
En la última edición de Noticias, Horacio Quiroga relata cómo
vio a Néstor Kirchner contando y después dándole 7 millones de euros a
Lázaro Báez. Este testimonio es otra prueba de lo que venimos
escribiendo desde hace años junto con Jorge Asís y que después fuera
denunciado judicialmente por Elisa Carrió y certificado este año por los
reportajes que le hizo Jorge Lanata a Leonardo Fariña y Federico
Elaskar. Ambos exportaron 55 millones de euros hacia paraísos fiscales
en el primer semestre del 2011, justo dos meses después de la muerte del
ex presidente.
Ahora, el testimonio de Quiroga, ex presidente de dos petroleras que pertenecían a Lázaro Báez, va cerrando el círculo de la ruta del dinero K. Este testigo fue desplazado del círculo áulico del poder después del fallecimiento de Kirchner y quizás esto se debió a que era una molestia que había que sacar del medio. Lo mandaron entonces a vivir a un departamento en Puerto Madero del que fue desalojado días atrás, justamente después del reportaje en Noticias. Cualquiera con sentido común se preguntaría por qué el oficialismo perdió el control sobre un hombre que lo vio a Kirchner contando 7 millones de dólares. En algunos países estas situaciones pueden conmocionar a la justicia y la opinión pública. Pero la Argentina de los Kirchner es un gran reality con un público que ya perdió la capacidad de asombrarse. Y cada vez aparecen más personajes histriónicos como Leonardo Fariña, Federico Elaskar y los dos Quiroga, Miriam, la ex directora de Presidencia, y Horacio, el ex presidente de las petroleras de Báez.
Uno de los barcos de Clarens solía ir y venir de Carmelo, donde éste tiene una imponente casa que da al río en el country “El faro”, justo al lado del hotel Four Seasons, que era propiedad del empresario “Pacha” Canton y del magnate saudí Leith Pharaon. Poco tiempo atrás, este hotel habría sido comprado por Jorge Brito, presidente del Banco Macro e íntimo amigo de Clarens, que también cuenta con una casa en el country “Ayeres de Pilar”.
Volviendo a la ruta del dinero K, vía Carmelo, Clarens habría derivado la plata negra a bancos uruguayos sucursales de bancos europeos. Entonces, mediante un complejo proceso de lavado, los fondos terminaban depositados en la “guarida” fiscal de las islas Seychelles. Todo esto previo paso por lugares intermedios como la ciudad de Panamá. En esta plaza financiera trabajó durante varios años SGI, una sociedad donde tienen fuerte participación Osvaldo Pérez Gadín y Jorge Chueco. Este último es socio de Ferreyra, el dueño de Electroingeniería, empresa que acaba de ganar la licitación para la construcción en Santa Cruz de las represas Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic.
Ahora, el testimonio de Quiroga, ex presidente de dos petroleras que pertenecían a Lázaro Báez, va cerrando el círculo de la ruta del dinero K. Este testigo fue desplazado del círculo áulico del poder después del fallecimiento de Kirchner y quizás esto se debió a que era una molestia que había que sacar del medio. Lo mandaron entonces a vivir a un departamento en Puerto Madero del que fue desalojado días atrás, justamente después del reportaje en Noticias. Cualquiera con sentido común se preguntaría por qué el oficialismo perdió el control sobre un hombre que lo vio a Kirchner contando 7 millones de dólares. En algunos países estas situaciones pueden conmocionar a la justicia y la opinión pública. Pero la Argentina de los Kirchner es un gran reality con un público que ya perdió la capacidad de asombrarse. Y cada vez aparecen más personajes histriónicos como Leonardo Fariña, Federico Elaskar y los dos Quiroga, Miriam, la ex directora de Presidencia, y Horacio, el ex presidente de las petroleras de Báez.
Un circuito clave
Ya a esta altura se habló mucho de los millones de euros que salían en aviones que despegaban de Don Torcuato. En una primera etapa habrían sido el producto de los sobreprecios y los sobornos de los grandes contratos oficiales. Y en Río Gallegos y el Calafate se distribuían los fondos en diversas cajas fuertes diseminadas en distintas localidades. El circuito continuaba así: un tiempo más tarde, estos euros nuevamente eran transportados al exterior en aviones. Sin embargo, una fuente ligada a esta operatoria de lavado agrega que buena parte de las sumas en cuestión habría salido también vía marítima, especialmente en varios barcos propiedad de Ernesto Clarens, el principal financista de Báez y Néstor, y también dueño de la financiera Inverness.
Uno de los barcos de Clarens solía ir y venir de Carmelo, donde éste tiene una imponente casa que da al río en el country “El faro”, justo al lado del hotel Four Seasons, que era propiedad del empresario “Pacha” Canton y del magnate saudí Leith Pharaon. Poco tiempo atrás, este hotel habría sido comprado por Jorge Brito, presidente del Banco Macro e íntimo amigo de Clarens, que también cuenta con una casa en el country “Ayeres de Pilar”.
Volviendo a la ruta del dinero K, vía Carmelo, Clarens habría derivado la plata negra a bancos uruguayos sucursales de bancos europeos. Entonces, mediante un complejo proceso de lavado, los fondos terminaban depositados en la “guarida” fiscal de las islas Seychelles. Todo esto previo paso por lugares intermedios como la ciudad de Panamá. En esta plaza financiera trabajó durante varios años SGI, una sociedad donde tienen fuerte participación Osvaldo Pérez Gadín y Jorge Chueco. Este último es socio de Ferreyra, el dueño de Electroingeniería, empresa que acaba de ganar la licitación para la construcción en Santa Cruz de las represas Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic.


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