domingo, 4 de agosto de 2013

El "voto bronca" puede más que Insaurralde & Cristina







"El respetado encuestador Hugo Haime, que trabajó constantemente en la provincia de Buenos Aires, entregó el viernes su última medición. La ventaja de Massa está cerca de los ocho puntos. Massa tiene un 35,7% de intención de voto contra un 28 de Insaurralde. Massa habría sumado dos puntos más en los últimos días. El resultado se conoció al final de una semana en la que se instaló la versión de que los dos candidatos estaban virtualmente empatados. En la encuesta de Haime sobresale una conclusión reveladora: Insaurralde (es decir, Cristina) le gana a Massa sólo en los lugares más pobres de la amplia geografía bonaerense y entre los sectores sociales también más pobres. Ni la Presidenta ni su candidato lograron cautivar allí a la clase media. El mapa de la medición describe, con números fríos y elocuentes, una clara división social entre dos candidatos que adscriben a un mismo partido, el peronismo."
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El empate técnico es lo que mejor le resulta pronosticar al mundo K acerca de Martín Insaurralde. Hay algunos kamikazes que intentan informar sobre una ventaja de parte de Insaurralde pero se disipan apenas se les recuerda que el periodista sabe que están a sueldo del Frente para la Victoria. Entonces, huyen despavoridos.
Luego, la 'operación Daniel Scioli', dispuesto a lograr que gane Sergio Massa pero por poco, y entonces no obtenga la victoria política sino solamente la electoral, suficiente para que el gobernador bonaerense siga en carrera como heredero de Frente para la Victoria.
Por lo demás, algunos recortes interesantes:
"(...) -¿No es una campaña basada en el pasado?
-El Frente para la Victoria gobierna y se hace cargo de los 10 años de historia. Hace muchísimos años que los políticos le hablan a la gente y después no cumplen nada. Como dice la Presidenta, nada es eterno si no se lo cuida.
-¿No se está estancando en propuestas el Gobierno?
-No, queremos que la clase media siga progresando, que los trabajadores sigan defendiendo su salario de la inflación. Generamos una Argentina de consumo donde hay distintos grupos que quieren ganar más. Para eso hay que tener un Estado fuerte. Todos están de acuerdo con la Asignación por Hijo, el programa Conectar Igualdad, la movilidad jubilatoria, pero después era el Frente para la Victoria el que levantaba la mano en soledad.
-Pero la inflación sigue siendo un problema.
-Por supuesto, pero nosotros creamos condiciones para cuidar el salario, como las paritarias. Tomá cualquier índice inflacionario, de las consultoras privadas o la oposición, y fijate que siempre las subas salariales y las jubilaciones son superiores.
-¿Entonces, para usted la inflación es del 24 por ciento?
-Yo no te voy a discutir un número porque no soy un técnico. Yo sé que la Argentina se está ocupando de los problemas estructurales y este gobierno se hace cargo.
-Massa dijo que una de sus primeras medidas sería echar a Guillermo Moreno. ¿Qué opina del secretario de Comercio?
-No opino sobre una persona en particular. Este gobierno defiende la industria nacional. Se habla de las formas, pero acá hay que luchar contra muchos intereses, en aduanas, organismos internacionales...
-¿Ayuda a su campaña que Moreno le diga boludo a Massa?
-Lo que ayuda es que estén todos comprometidos para resolver los problemas que le quedan a la Argentina. A mí me ayuda que propongamos ideas. (...)".
"(...) Las alarmas se han encendido en algunos despachos del gobierno porque ese clima de fin de ciclo o la caída estrepitosa del relato ocurren a una semana de las elecciones primarias, cada vez más consideradas por analistas y consultores como una gran foto de lo que después ocurrirá en las legislativas del 27 de octubre. El entusiasmo por el achicamiento de las importantes diferencias iniciales en materia de intención de voto entre Massa y su colega de Lomas de Zamora no alcanza para esconder esas preocupaciones. 
En especial porque hasta trabajos propios de los laboratorios del kirchnerismo alertaron en los últimos días sobre los riesgos de lo que han dado en llamar "el factor anti K". Es decir, la existencia de un voto bronca contra el gobierno, potenciado por aquel rosario de malas muestras, que la ciudadanía se vería tentada de ejercer en unas elecciones en las que finalmente no se juega nada. No define nada hacia el futuro, como sí lo harán las elecciones para senadores y diputados, como no sea unas poquísimas y verdaderas internas, como la que por caso dirimirán los integrantes del espacio de centroizquierda UNEN, en la Capital Federal.

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